Antonio “Tony” Medina, con él se va el último bastión de la etapa mas exitosa del club aurirrojo, aquel plantel que logró el ascenso a la B Nacional.
Es cierto que de aquí al último tiempo no venía siendo el final que él hubiera preferido, ya que el pasado 3 de julio del 2021, en un choque contra un defensor de Sarmiento, justamente de Resistencia, se rompió los ligamentos laterales y meniscos de la rodilla derecha. A partir de allí el derrotero fue impensado para Medina que pudo volver a jugar unos minutos recién el 10 de abril del año siguiente contra Juventud Unida y demostró que todavía tenía para darle a Boca Unidos cambiándole la cara al entrar desde el banco.
Pero como sucede en la vida misma, nada fue como él esperaba y dos fechas después se bajó de la concentración del partido ante Racing de Córdoba por dolor y a partir de allí no pudo volver más.
Medina, a sus 37 años, quedará con el sabor amargo de no haber podido retirarse como él hubiese querido, jugando y yéndose por la puerta grande. Es que muchas veces los tiempos del fútbol son ingratos y el ángel se transforma en demonio para dejarte con las manos vacías, tal como le paso al Tony.
Luego de la bronca y la tristeza seguramente podrá ver que hizo una carrera brillante, siendo figura en equipos como Rosario Central, Gimnasia y Esgrima de la Plata y Aldosivi, que se convirtió en ídolo de un club de Corrientes y que la ciudad lo adoptó al punto de querer vivir aquí.
Sus amigos y familiares le dirán que pudo haber cumplido su sueño, el de jugar en primera y de jugar contra los equipos más importantes del país, de haber jugado más de 100 partidos en Rosario Central, de haber ascendido con Boca Unidos, de darse el gusto de jugar hasta los 37 años. Claro, en estos momentos nada de eso importa, pero con el tiempo podrá verlo y lo reafirmará cada vez que un hincha lo reconozca por la calle o cada vez que se recuerde la alineación de aquel equipo correntino.
NOTA FRANCO ACOSTA - SUDAMERICANA
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