La justicia de Corrientes resolvió anular un acuerdo de división de bienes firmado hace 10 años por haber sido bajo contexto de violencia de género. Adriana, la víctima en diálogo con En el aire, relató el calvario que le tocó vivir junto a sus hijos.
El Superior Tribunal de Justicia de Corrientes anuló el acuerdo de división de bienes que firmó una mujer víctima de violencia de género para poder divorciarse de su esposo, un poderoso empresario de la provincia.
El máximo tribunal ordenó realizar un nuevo reparto y, además, que la mujer perciba una cuota alimentaria acorde al nivel de ingresos teniendo en cuenta la totalidad de los bienes patrimoniales.
Adriana fue víctima de violencia de género. Tuvo cuatro hijos, uno de falleció hace 1 año.
"Todo empezó cuando éramos novios, estudiaba, me cambiaba, iba a la facultad. Él siempre me perseguía con la ropa, maquillaje que se fueron agravando con el tiempo. Me seguía, no quería que estudiara", relató la mujer.
Dividió su matrimonio en dos etapas, la primera se pidió la exclusión del hogar del hombre. Se fue por dos meses, al cumplir los 15 años su hija, volvió. "Fue peor, hice de cuenta que no pasaba nada, pensé que iba a haber cambios. Nos pegaba a todos, a los chicos, sacó en una oportunidad los cables de un vehículo y me pegó", prosiguió.
"Cuando vivíamos juntos, presionaba a los chicos para que me fuera de la casa, firmé un convenio estando muy mal psicológicamente, y renuncié a todos los bienes, me quedé con una casa en la periferia de la ciudad y un vehículo”, expresó.
El agresor perdió el contacto con sus hijos.
Hace un año y cinco meses, falleció un hijo de Adriana, incluso, el hombre le negó que le de el último adiós, "no me permitió ver a mi hijo en el velatorio, tuve que ver a mi hijo por otro lado".
En los últimos días, en un fallo memorable, el Superior Tribunal de Justicia resolvió anular el acuerdo firmado hace 10 años ante una escribana y que luego se presentó en la causa por de divorcio. Allí se dejaba constancia que sólo se quedaría con una casa y un automóvil usado.
Los ministros del STJ entendieron que el acuerdo firmado en el 2011 pudo haber sido bajo sometimiento del agresor y ahora se deberá hacer una nueva distribuición de bienes.
Aconsejó a las mujeres que son sometidas a violencia que se vayan del lugar, que pidan ayuda, "hablen, no se callen, cuesta mucho. Me di cuenta, que me tenía que ir, en esa ida tuve que dejar a mis hijos".
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