Los restos de la artista fueron depositados esta mañana en el cementerio. Artistas y allegados acompañaron en una caravana.
En una ceremonia particularmente íntima se dio el responso a Ramona Galarza esta mañana en la Iglesia San Francisco Solano. El cortejo partió apenas pasadas las 10.30, como estaba pautado, rumbo al cementerio San Juan Bautista. Acompañaron en caravana las autoridades del Instituto de Cultura, artistas, familiares y allegados de la novia del Paraná.
La sencillez del evento, debido a las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, contrastaron con la magnitud de la figura de Ramonita. "Su aporte para la cultura de Corrientes fue mucho" apuntó el presidente del Instituto de Cultura de Corrientes, Gabriel Romero.
"Si bien el chamamé estaba instalado en Buenos Aires, se conocía, Ramona fue la que tuvo la oportunidad de salir en la tele, cantar, fue una figura femenina que tuvo mucho peso", refirió Romero en declaraciones a un canal local. También recordó su paso por el cine, "lo que le dio una proyección nacional e internacional muy importante".
"Ramona fue una gran colaboradora para nosotros. Nos acompañó en cada una de las presentaciones en Buenos Aires, de chamamé y de cualquier otra actividad" que representase a la provincia, comentó Romero y afirmó: "Fue una referente induscutible de la cultura de la provincia".
Julio Cáceres, líder del conjunto Los de Imaguaré, fue el único orador en el responso presidido por el párroco Sebastián Robledo. Cáceres le dedicó a Ramona y poema inédito donde destacó su vínculo con el río "celoso y amante", su fidelidad para con sus raíces correntinas, su voz cristalina. Además, supo definirla en sus contrapuntos: "ternura y firmeza, rosa y ñandubay", sintetizó.
La caravana duró poco más de media hora, yendo por costanera norte, calle Lavalle, Alberdi, Teniente Ibañez y Elías Abad hasta llegar al cementerio de la ciudad. Vecinos emocionados salieron a sus veredas para rendir homenaje durante el paso del cortejo.
El respetuoso silencio fue sin dudas un cúmulo de miles de sapucais contenidos, el recuerdo y la evocación de un legado casi fundador, la voz femenina más prominente de la historia del chamamé.
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