El viernes pasado, en medio de las lluvias registradas en la zona de Santo Tomé, el paso de un convoy de camiones con acoplados cargados de rollizos de madera causó severos daños en la calzada de ripio sobre la Ruta Provincial 40, al punto tal que debió interrumpirse el tránsito vehicular.
La vía fue dañada a lo largo de 20 kilómetros y las consecuencias para el tránsito afectan al turismo pues se trata de una de las rutas “más importante para los Esteros del Iberá”, informó el Ministerio de la Producción de Corrientes.
La cartera provincial expresó su “alarma” por el paso “irresponsable” de camiones con producción forestal por una ruta que comunica el este provincial con los Esteros del Iberá, que debió ser interrumpida al tránsito debido a los daños ocasionados.
El tramo afectado es desde el empalme con la Ruta Nacional 14, a la altura de estancia Casualidad hasta establecimiento Mora Cué, y a la altura de la estancia San Miguel, donde quedó atascado un camión al que se debió asistir con un tractor para sacarlo, informaron las autoridades.
Vale destacar que el camino es mantenido por el Consorcio Caminero Nº 7 y su presidenta, Verónica Storti, expuso que el daño fue provocado debido a la “irresponsabilidad por parte de los choferes de las empresas forestales”. También explicó que se registró un “alto tránsito de camionetas en días de lluvia que trasladan personal y que también deterioran la ruta”.
PEDIDO DE CONTROLES
El reclamo por parte de la rotura de caminos y rutas por parte de los transportes de gran porte no es nuevo. De hecho, hay localidades en la costa del río Uruguay que vienen denunciando que esto ocurre desde hace años y exigen a la Dirección Provincial de Vialidad que se profundicen los controles en el transporte de carga para evitar sobrepeso y que afecte la vida útil, la capacidad y la seguridad de las rutas provinciales.
El sobrepeso de los rollizos de madera genera “enhuellamiento” y pozos en el enripiado y en el asfalto de las rutas. No es la primera vez que Santo Tomé tiene estos problemas. Hace dos años con quedó destruida la carretera provincial 68, que comunica Garaví con Virasoro, que es enripiada.
En su momento se tornó intransitable los días de lluvia, debido al impacto que causaban los camiones que transportan madera en la zona. Debido a esa situación los pobladores pidieron que no ingresen los camiones de las empresas forestales de Gobernador Virasoro a buscar maderas por la Ruta 68, ya que es el único camino alternativo para llegar a Santo Tomé en casos de emergencia sanitarias. De todas formas, los reclamos no fueron escuchados y los inconvenientes continúan.
Diario Norte