El cabo segundo de PNA se casó hace apenas una semana, y el sábado terminaba su licencia por matrimonio. En la fuerza evalúan sanciones en su contra. En su búsqueda hasta participaron helicópteros y toda la región estuvo en vilo por algunas horas.
Todo el territorio provincial estuvo en alerta ante el posible secuestro, en horas de la tarde del sábado, del prefecto Iván Leiva.
El joven (Cabo Segundo de la fuerza) se comunicó con su flamante esposa y le dijo que había sido secuestrado. El final de la historia ya es conocida: Leiva estaba en un hotel alojamiento ubicado por Ruta 12 (Motel Hawaii)
Se movilizó todo el mundo
De acuerdo a lo detallado en su momento, Leiva habría perdido el rastro con su esposa cerca del mediodía del sábado. Desde allí, y luego de que La Dos difundiera el caso como adelanto exclusivo, se tejieron innumerables conjeturas.
La Policía en ese contexto manejaba dos hipótesis: el accionar de una célula narco dentro de la denominada ‘megacausa Sapucay’ o un grupo de gitanos que actuaría en zona limítrofe.
La mujer había dicho a Prefectura que los mensajes que recibió eran de su pareja.
Leiva iba a bordo de una camioneta VW Amarok y supuestamente fue interceptado por un Renault Kangoo que le cerró el paso.
Dijo que los captores no descubrieron que tenía el celular.
Un llamado
Para las 17.30 la búsqueda se suspendió.
Un empleado del Motel Hawai se enteró del caso por los medios y llamó a la Policía para decirles que el efectivo estaba alojado (solo) allí.
Los agentes policiales de la comisaría Décimo Octava encontraron la camioneta en la que se movilizaba el prefecto.
Personal de la Dirección de Delitos Complejos secuestró el vehículo y algunas prendas de mujer halladas en el interior de la habitación en la cual estaba el uniformado.
