Esta semana el ministro hará un puñado de anuncios económicos que le darán un nuevo envión al inicio de su gestión.
Durante todo el fin de semana el ministro de Economía, Sergio Massa, concentró el trabajo con su equipo en sus oficinas ubicadas en avenida Libertador.
Esta semana el ministro hará un puñado de anuncios económicos que le darán un nuevo envión al inicio de su gestión. Al menos, es lo que esperan en su círculo político, donde la figura de Massa es cuidada y revalorizada cada día.
El eje de las reuniones de trabajo de los últimos días fue el orden fiscal. Ahí está una de las claves del plan Massa. El ministro planea viajar a Estados Unidos antes de que termine agosto y es posible que se reúna con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
Massa quiere llegar a ese viaje con las cuentas claras y unas cuantas medidas anunciadas. Que su plan de acción esté en marcha y que le sirve de base para explicarle al Fondo hacia dónde pretende que vaya la economía argentina, según su mirada y, principalmente, su gestión.
El jueves pasado hubo una buena señal emitida por el FMI luego de las desprolijidades que cometió el Gobierno cuando dio inicio a la era de Silvina Batakis, que solo duró 24 días y que lo único que hizo fue exponer las incongruencias de una gestión debilitada frente al organismo que vio pasar dos ministros de Economía en un mes.
“El Fondo Monetario Internacional sigue siendo un socio comprometido en apoyar los esfuerzos de la Argentina, especialmente en este momento tan importante. Mis colegas y yo tuvimos el placer de haber trabajado constructivamente con sus predecesores y sus equipos. Espero seguir profundizando esa relación para apoyar la implementación del programa económico de su gobierno”, le escribió Giorgieva.
Durante el fin de semana el equipo de trabajo con el que pasó la mayor parte del tiempo lo compusieron el secretario de Hacienda, Raúl Rigo y el de Finanzas, Eduardo Setti; el titular de la Aduana, Guillermo Michel, el jefe de Asesores, Leonardo Madcur y el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri.
En estos días avanzaron en algunos temas puntuales. Uno de ellos fue la reducción de gastos energéticos.
Entre los cambios de acuerdos y bajar la cantidad de barcos con gas licuado, se podrían ahorrar durante agosto cerca de 400 millones de dólares.
También estuvieron armando la entrega de 30 mil millones de crédito para bienes de capital y ampliación de capacidad instalada con industria, y la segmentación de tarifas que, finalmente, se conocería esta semana. Esa es la medida que más impacto va a tener en la vida doméstica, por lo que toma una relevancia mayor.
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