El abogado Marcos Ernesto Neironi, que defiende a Ana Velazquez, detenida en Esquina por “homicidio doblemente calificado por alevosía y por el vínculo”, habló por primera vez y sostuvo que "no está probado” que su clienta de 31 años haya “enterrado vivo al bebé”, un hecho que causó gran conmoción en la sociedad.
Cuestionó los argumentos técnicos de los informes preliminares de la autopsia que tomó en cuenta la Fiscalía a la hora de solicitar la imputación, al considerar que esas pruebas “datan de 400 años de antigüedad” y arrojan resultados “falsos positivos”, en una entrevista al Canal 6 de Esquina.
Consideró además que “son muchos los 180 días de prisión ordenados por el juez ya que la defensa pidió 60 días de prisión domiciliaria en el Asilo de Ancianos, porque no está esencialmente probado absolutamente nada”.
En cuanto a los hechos, relató: “La nena nació el 6 de noviembre alrededor de las 5 o 6 de la mañana cuando tuvo lo que se llama un embarazo tormenta. Perdió muchísima sangre. Estuvo en su casa y la criatura se le enfrió en las manos...”.
Después de que la bebé nació, “la hermana la encontró ensangrentada y la llevaron al hospital, donde le diagnosticaron aborto espontáneo, la medicaron y le dieron reposo en su casa. Pasaron los días y el 10 de noviembre al mediodía apareció el cuerpito incompleto que fue recuperado por perros. Ahí la hermana le avisó al marido y lo buscaron. Fue allí que lo buscaron con las palas”, sentenció.
En cuanto a la mutilación, opinó que “fue consecuencia de la mecánica de la búsqueda, ya que se usaron palas de punta, rastrillos y eso queda probado con las declaraciones de la persona que lo buscó”, enfatizó Neironi.
“Lo que sostenemos es que el bebé no se movía, no tenía signos vitales, la abrazó, y se le enfrió en las manos”, remarcó.
Autopsia
En otro orden de cosas, habló sobre las argumentaciones que sostiene la Justicia para la imputación. “En el marco del proceso, se hizo una sola prueba técnica, que se basa en la existencia de oxígeno en los pulmones, y el fiscal la relacionó con datos de los cortes del cuerpo que dijo que fueron específicos”.
Opinó que “es una de las pruebas más viejas en el ámbito de la criminalística y tiene la característica de ser generadora de falsos positivos”.
Añadió además que “todo homicidio tiene su causa; en este caso no vemos causa para el homicidio; ella tuvo a los 8 meses el aborto, hoy está permitido, no hay una causa para haberla matado, tuvo múltiples posibilidades de interrumpir el embarazo legalmente y no lo hizo. Tenía una relación con una persona que tenía una familia constituida. Cuando quedó embarazada le plateó el caso y él le pidió que aborte. Ella siguió adelante, se bancó sola. Su familia le había pedido que termine su relación con este hombre, pero ella defendió la relación en contra de sus familiares. Nadie de ellos sabía que estuvo embarazada”, sostuvo.
En cuanto a su estado de salud dijo que “está medicada, con antibiótico, hemodinámicamente estable, pero emocionalmente destruida, porque la acusan de haber enterrado viva a su bebé y está segura de que no fue así”. “Vamos a solicitar un perito psiquiátrico de parte con control judicial; un perito ginecológico, informes al Hospital San Roque”, planteó.
Consideró que “Ana es víctima de una situación que se desbordó y de una mala interpretación de medidas de control químico”, enfatizó.
El Litoral
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